El chocolate de Bélgica se distingue por sus técnicas de procesamiento del viejo mundo y altos estándares de calidad. Mientras que la Unión Europea permite a los fabricantes sustituir hasta un 5% de su manteca de cacao con diferentes grasas vegetales, los artesanos belgas se enorgullecen de utilizar la manteca de cacao 100%, lo que aumenta la suavidad y el sabor del chocolate.

Gracias a su excelente calidad y sabor, el chocolate belga es famoso y apreciado en todo el mundo.

"Es fácil amar un país conocido por el chocolate y la cerveza" Barack Obama.